Ciel reencarnó en un mundo de cultivo, un vasto mundo lleno de riqueza y belleza.
Sin embargo, descubre que la vida como reencarnador no es tan fácil como imaginaba.
En todos sus años de cultivación, jamás logró vivir como el protagonista. No había día sin sufrimiento, hasta que un día obtuvo uno de los legendarios Nueve Tesoros Celestiales: los Ojos del Cielo.
Con esos ojos, podía mirar a cualquier parte, a través de cualquier pared y formación. Y lo más importante, nadie podía detectarlo.
Lleno de emoción, se asomó atrevidamente al palacio de la Diosa del Hielo, que recientemente había sido frecuentado por la Reina Elfa.
¿Qué encontró?
Sigue la historia aquí...
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#Sin NTR
Quizás pienses NTR en la relación entre la Reina Elfa y la Diosa del Hielo, pero créeme que es solo el comienzo, más adelante encontrarás un giro de trama sorprendente.
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